Démos ejemplo
Empieza un nuevo año. Sigamos, intensifiquemos nuestra lucha contra la plaga de la droga. Nuestros hijos tienen que poder desplazarse, estudiar, distraerse, viajar sin ser víctimas de los que buscan destruirlos. Sigamos, sin descanso, dándoles argumentos que les van a permitir rechazar la droga. Ayudémosles rechazándola primero para nosotros mismos. No dejemos que nos prescriban somníferos, antidepresivos, excitantes, tengamos en cuenta que nuestras dificultades, reales, hoy en día dolorosas, serán superadas en unos meses. Démosles el buen ejemplo. Nada puede ser más fuerte para ellos que el valor del ejemplo. No temamos algunas noches sin sueño, los husos horarios atravesados, afrontar la verdad, solo ella permanecerá. Solo ella nos dará algún día la razón por haber sido capaz de decirla. Tenemos el valor de hacerlo por nuestros hijos. Sabemos que no hay que dar nada por hecho sin un esfuerzo trabajo cotidiano. Escalar una cima a pie nos proporciona un inmenso placer. Atravesar el pacifico remando, vencer el miedo, la soledad, nuestros jóvenes no se equivocan, ahí se sitúa su punto de mira. Seguir el camino del esfuerzo eleva hacia la autoestima, el respeto y el amor hacia los demás. Un bello programa para desarrollar para cada uno de nosotros.
Marie-Christine d'Welles
Recuperar la autoestima.
Es encanto de nuestro hijo adolescente reside en sus cambios, sus excesos, su vitalidad, su entusiasmo.
Si consume drogas, esa alegría de vivir desaparecerá y será remplazada por comportamientos que se volverán poco a poco tan insoportables que ya no reconoceremos a nuestro hijo. No recuperará su alegría de vivir ni el pacer de implicarse en lo que le gusta consumiendo una sustancia psicotrópica. Esos venenos terminan por degradar su personalidad, destruir sus aptitudes y aniquilar su consciencia del bien y del mal. Debemos ayudarlo el motivo por el cual recuperar la autoestima es la primera condición de una vida sin droga.
Marie-Christine d’Welles
Los padres tienen el deber de ayudar a los hijos
Los padres tienen el deber de ayudar a sus hijos a encontrar un equilibrio y adquirir autonomía en sus decisiones. Que nuestros hijos tengan una juventud indecisa es la prueba de que necesitan de nosotros. Que se pierdan a veces en el camino de la autonomía, es la prueba de su adolescencia. Tienen que poder apoyarse en nuestra confianza en ellos y en nuestro amor. Para que un día, cada uno se vuelva plenamente responsable de sí mismo, y viva feliz, en el respeto de todos los seres humanos.
Marie-Christine d'Welles
Otra píldora milagrosa
Francia ha sido invadida por una campaña anti tabaco, acompañada de recetas milagrosas. Usted mismo, sus hijos, sus padres y amigos han podido dar libre curso a todas las aprobaciones o críticas sobre las importantes informaciones difundidas. Todos hemos comprendido que aquellos fumadores “criminales” por fin van a recibir un castigo. Al fin! Hasta he oído decir que una nueva píldora milagrosa llegaba al mercado para ocupar el lugar del cigarrillo durante las horas de trabajo. Esta novedad, fabricada por un excelente laboratorio, no puede prescribirse a los menores de 18 porque los efectos secundarios numerosos y terribles. En cambio, el Rimonbant, otra píldora milagrosa reservada a los obesos y que produce efectos secundarios indeseables como ansiedad, depresión, nauseas, vértigos, etc., pronto va a administrase a nuestros adolescentes. Leí en una revista femenina que este gran avance farmacéutico se opone a todos los efectos del cannabis. ¿Y si tuviéramos dudas?
Marie-Christine d'Welles
El precio a pagar
Todos los padres que tienen hijos consumidores de droga han podido constatar que están tristes, que han perdido las ganas de esforzarse, que ya no tienen voluntad y que a causa de los errores que han cometido pierden la autoestima.
¿Entonces, diría usted, por qué mi hijo se droga?
Porque a pesar de que los días siguientes sean difíciles, por un momento la droga le ha permitido satisfacer todos sus deseos. El precio a pagar para que recupere la alegría solitaria de admirarse a si mismo, traerá graves consecuencias: la necesidad de volver a consumir droga.
La recuperación siempre será larga y dolorosa, y requiere, justamente, esfuerzo y voluntad. Escuchemos los desgarradores testimonios de los que han caído en trampa y han conocido ese descenso vertiginoso que pasa por el paraíso artificial hasta el infierno de la droga. La abstinencia, única vía de reconstrucción, es indispensable, larga y difícil.
Repitamos en familia esta pequeña frase, pronunciada en voz alta por un alumno de 1° de ESO delante de sus compañeros: " Yo, creo que es más fácil nunca probarla que tener que dejarla”
Marie-Christine d'Welles