Testimonios sobre la formación
El cannabis es cada vez más banalizado
Hace falta valor para decir la verdad sobre el cannabis banalizado con demasiada frecuencia.
Mi generación (estoy en los cuarenta) banaliza su utilización y confirmo que todos los niveles sociales y también todas las generaciones (padres, abuelos) están afectadas, y
en mi ámbito profesional también.
Cannabis y alcohol son plagas que reinan en nuestras sociedades y conciernen TODA nuestra juventud, y muy joven (clases sociales privilegiadas, intelectuales...). Si, desgraciadamente todo esto es real!
He estado algunos meses en una universidad americana (USA-Florida), algunos profesores excelentes fumaban cannabis también. Estuve shockeada de esa banalización y eso fue hace 20 años.
Lo más gracioso era que estaban siempre informados con mucha antelación de los controles (análisis de orina), lo que les permitía tomar las precauciones necesarias para no tener controles con resultados positivos.
Estamos pasando por lo mismo en Francia hoy en día, 20 años después.
Como ama de casa,madre de 3 varones, estoy preocupada ya que a causa de esta banalización, es
imposible detectar si los jóvenes que los rodean, fuman cannabis o no. Tengo la
intención de comprar vuestro libro y hacerlo conocer a mi círculo de allegados.
Le agradezco haberme hecho conocer a la Hermana Elvira. Ustedes son para mí una referencia!
Nosotros los padres, debemos movilizarnos
para informar a nuestros hijos
Después de haber seguido una formación de Infancia Sin Droga, me di cuenta de la necesidad urgente como padre, de comprometerse a informar a nuestros hijos jóvenes sobre los peligros de la droga.
Contacté a la directora del colegio de mis hijos para proponerle intervenir sobre ese tema en las clases de 4° y 5°.
Aceptó una sesión de 1h30 en cada clase, en presencia de la maestra.
Los niños se interesaron mucho por el tema e hicieron muchas preguntas
pertinentes. Al año siguiente me encontré con un pequeño grupo de 5° (todavía
4° cuando había intervenido el año anterior) que esperaba sinceramente una
nueva sesión de información para profundizar el tema.
En resumidas cuentas, estuve gratamente sorprendido por la calidad del
dialogo que tuve con los alumnos en aquella ocasión, y la facilidad con la que
las sesiones se llevaron a cabo. Esto me confirmó que nosotros, padres, tenemos
que movilizarnos por todos los medios para evitar que nuestros hijos caigan en
la trampa de tal desgracia. ¿Si no lo hacemos nosotros, quién lo hará?
A falta de argumentos y sola, sentí un gran alivio
cuando descubrí Infancia Sin Droga.
Pensándolo bien, creo que me acerqué a la asociación (en el 2000) por puro amor de madre (!) En efecto, fue el miedo a conocer el “¡Demasiado tarde!, “¡Si hubiera sabido!” ante todo por mi hija de 16 años, cuando mi esposo y yo administrábamos una discoteca desde hacía varios años.
Afortunadamente, había un lugar de información cerca de casa: al fin sabía qué decir, me sentía fuerte frente a mis hijos y lista para emprender esta batalla. Sin entrar en detalles, "los relevos de padres" me aportaron mucho, hoy en día sigo aterrada por la cantidad de padres empeñados en ignorar los peligros del hachís. ¡Qué desperdicio! A causa de los cambios operados en mis actividades personales en estos últimos años, había dejado de asistir a los relevos de padres, sin embargo notaba que a pesar de las gentiles bromas de mes tres hijos, ellos estaban orgullosos de decir que yo "militaba en contra del hachís". Y la guinda del pastel, durante la cena de Navidad, mientras nos reíamos de las manías de cada uno, mi hijo Nicolás me confesó al oído: "Sabes, mamá, nos hemos reído mucho de ti con tus reuniones pero, de hecho, nos ha ayudado mucho a decir que no (!)" ¡Qué felicidad! ¡No necesité más para retomar los relevos y seguir con la batalla!
Formemos a nuestros hijos a partir de 4°...
Ante la constatación evidente de que los jóvenes están cada vez mas involucrados en la droga, Infancia Sin Droga se enfoca en los alumnos de 4°.
La finalidad de esta decisión es enseñar a los jóvenes a rechazar la droga, acostumbrarlos a oponer un no categórico, sin compromisos, sin vacilación. Los chicos de esas edades son capaces de mucho sentido común, poniéndose del lado
de la verdad: No se dejan fácilmente engañar.
Es una edad en la que los niños son muy receptivos: Entonces con los pequeños, no dudemos en mantener un discurso verdadero y lleno de amor.