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Permanecer libres y ser dueños de nosotros mismos
Un bebé en brazos de su madre nos conmueve. Un adolescente que se suicida es un tan solo suceso para la prensa y una gran catástrofe para sus padres.
Entre esas dos etapas, ha habito con mucha frecuencia un consumo de droga psicotrópica.

 

Que los niños quieran descubrir, explorar, sentir, ver, y que de adolescentes quieran seguir experimentando, imaginando, profundizando, intentando, sintiendo, es un necesariamente una prueba de buena salud intelectual y de esta manera serán libres y dueños de sí mismos.
Los adultos que los rodean, empezando por los padres, son responsables de su aprendizaje y deben brindarles reglas y prohibiciones para que puedan vivir y sobrevivir en un mundo a menudo hostil.  
Las reglas son usos, costumbres, códigos, reglamentos, convenciones. Van a elevarlo hacia la vida con los demás, y también consigo mismo, ayudándoles a tener buenas disposiciones para mejorar sus vidas cotidianas. ¿La prohibición? Demasiados adultos han perdido el valor de esa palabra, que significa no tener la posibilidad de traspasar un límite establecido para proteger la vida física, intelectual o espiritual.
Prohibir a nuestro hijo beber lejía es una cosa evidente, todos los padres están obligados a aplicarlo. Si una madre está que una cosa es peligrosa para su hijo, encontrara la fuerza de convicción para hacer respetar la prohibición.
Pero si permitimos que falsas informaciones nos invadan, nos volvemos laxistas, indecisos, carecemos de combatividad.
Si la droga está prohibida a la venta y a la posesión, es a causa de su nocividad, de su peligrosidad, de los daños y las muertes que provoca. Para ser dueño de sí mismo hay que saber obedecer y respetar las prohibiciones.
El ayuno es practicado por los que, a fuerza de voluntad, quieren volverse dueños de su cuerpo para liberar el espíritu. Por lo contrario, tomar droga es dejar un producto al mando de su cuerpo. Si se deja que la droga reduzca rápidamente la voluntad y aleje el espíritu, se provoca la degradación del cuerpo y la aniquilación de la libertad.
La inteligencia iluminada por la embriaguez del cannabis, da vuelta las cosas para su ventaja, la persona se enamora de sí misma. Hasta la música, transformada por una magia que le es propia, adquiere una belleza tridimensional. Todo se convierte en un pretexto para hechizar la imaginación que permite entender, ver, tocar, lo que nunca se hubieran atrevido a desear. Un largo monologo diabólico conduce a la persona a tener un gusto por la protección, un sentimiento de paternidad y de sensualidad que la lleva a admirar a si misma! Enamorado de sí mismo, el libre consumidor de cannabis, esclavo, se complace en los vapores de la única droga que lo puede comprender.
Esclavizado a esta miserable tiniebla, con cada vez menos voluntad, lo verá cada vez mas vanidoso. Buscando todo a su ventaja, se pone a despreciar a los que lo rodean.
Nosotras, las madres, debemos advertir a nuestros hijos sobre la trampa de la droga. Esta trampa, conocida desde siempre, está al alcance de sus manos, en el bolsillo de un amigo o de un primo al que tiene aprecio.
¡Que desconfíe y no la pruebe! ¡Que se prohíba a si mismo frecuentarla!
La mejor educación es la del corazón, reservada a los padres. No solo nuestros hijos necesitan ser queridos, pero necesitan saber que lo son. A través de nuestro interés hacia ellos y hacia lo que hacen, de nuestra implicación en descubrir con ellos lo que les gusta, una confianza reciproca se establecerá.
Día tras día, ensenémosles el amor que recibe, que da, que comparte, que ama. Si el amor de los padres está ahí, el niño encontrara su camino, si se desvía, será capaz de volver. Los padres, por a través de su educación paciente, del ejemplo en el amor orientan los deseos de sus hijos hacia el bien.
Los profesores podrán entonces instruirlos y los jóvenes buscaran naturalmente el conocimiento, que es la intención de la persona en buena salud mental.
Marie Christine d'Welles

 

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Quiz

¿Cualquier persona que tome droga es toxicómana?

  • No

non

Una persona toxicómana es aquella que toma droga para solucionar los problemas generados por la misma. La persona cree que puede dejar de consumir droga cuando quiere, mientras que es incapaz de hacerlo, a pesar de las consecuencias causadas por su consumo… Si le falta el producto, la persona toxicómana solo piensa en conseguirlo, por más que tenga que cometer actos que no aprueba, la necesidad es tan fuerte que toda referencia a la voluntad, al esfuerzo, al amor, la moral tiende a desaparecer y desaparece. La mentira, la violencia, la agresividad, el sufrimiento moral y físico, la auto-mutilación, el miedo se vuelven elementos cotidianos. Al perder la autoestima por culpa de los actos nefastos que comete, a la persona toxicómana solo queda la soledad y las ganas de suicidarse.

¿El alcohol es una droga?

  • No

oui

Si, el alcohol es una sroga sedativa. Una persona que bebe regularmente una fuerte dosis de alcohol se vuelve alcoholica al cabo de unos años. El alcohol tiene la particularidad de potenciar los efectos de todas las demás drogas. Una persona que toma alcohol junto con una o varias drogas se vuelve rápidamente toxicómana.

¿El Poppers, el aire seco o comprimido y el agua escarlata son drogas?

  • No

oui

El AIRE SECO O COMPRIMIDO: El oxido de nitrógeno y otros gases bajo presión también tienen efectos alucinógenos. En pocos segundos producen una excitación, aturdimiento, una risa tonta, perdidas del conocimiento y por, falta de oxigeno, lesiones en el sistema nervioso central. Más información


El POPPERS: Les nitritos volátiles tienen efectos similares a los del oxido nitroso. Pueden provocar ataques de pánico, palpitaciones y dolores de cabeza. También son responsables de la muerte por anorexia. Más información


El AGUA ESCARLATA: Los disolventes son derivados del etileno. Son alucinógenos pero su efecto es más bien tranquilizante. Provocan afecciones neurológicas (sordera, temblores…) e intelectuales (demencia).

¿Nuestros médicos generalistas están concernidos por la toxicomanía ?

  • No

oui

Los médicos generalistas son los primero testigos de la toxicomanía. Para más información cliquear aquí.

¿Si hemos tomado droga una vez, sentimos la tentación de volver a probar?

  • No

oui

La mayoría de las drogas permanecen el cuerpo durante años, almacenados en los tejidos grasos.
Durante un esfuerzo o estimulo físico, una caminata, una sesión de deporte, una sensación de miedo, de sorpresa, de excitación, se quema un poco de grasa y pequeñas cantidades de droga son reactivadas en la circulación sanguínea.