Empieza un nuevo año. Sigamos, intensifiquemos nuestra lucha contra la plaga de la droga. Nuestros hijos tienen que poder desplazarse, estudiar, distraerse, viajar sin ser víctimas de los que buscan destruirlos. Sigamos, sin descanso, dándoles argumentos que les van a permitir rechazar la droga. Ayudémosles rechazándola primero para nosotros mismos. No dejemos que nos prescriban somníferos, antidepresivos, excitantes, tengamos en cuenta que nuestras dificultades, reales, hoy en día dolorosas, serán superadas en unos meses. Démosles el buen ejemplo. Nada puede ser más fuerte para ellos que el valor del ejemplo. No temamos algunas noches sin sueño, los husos horarios atravesados, afrontar la verdad, solo ella permanecerá. Solo ella nos dará algún día la razón por haber sido capaz de decirla. Tenemos el valor de hacerlo por nuestros hijos. Sabemos que no hay que dar nada por hecho sin un esfuerzo trabajo cotidiano. Escalar una cima a pie nos proporciona un inmenso placer. Atravesar el pacifico remando, vencer el miedo, la soledad, nuestros jóvenes no se equivocan, ahí se sitúa su punto de mira. Seguir el camino del esfuerzo eleva hacia la autoestima, el respeto y el amor hacia los demás. Un bello programa para desarrollar para cada uno de nosotros.
Marie-Christine d'Welles
Ningún padre le prestaría su coche al hijo que no haya aprendido a conducir. De la misma manera, sería inconsciente dejar salir a un hijo adolescente sin haberle enseñado lo que es la droga. Hoy en día, la disponibilidad de las sustancias es tal se puede conseguir droga en todos los sitios frecuentados por los jóvenes (institutos, fiestas, cenas de clase, rallyes, clubs deportivos…). Los padres deben formarse objetiva y científicamente para poder educar a sus hijos sobre los peligros de la droga y brindarles argumentos para rechazarlas. No olvidemos que nadie está a salvo de la toxicomanía.
El porro es cannabis, hierba, consumido puro, o hachís mezclado con tabaco. Cuando hablamos de alcohol, nos referimos a un término genérico que cubre una gran diversidad de productos: El vino, la cidra, la cerveza, el porto, el coñac, el whisky, el vodka son alcoholes con una tasa que varia entre 5 y 90 grados. Ocurre lo mismo con el cannabis: Existen más de 100 variedades distintas y la tasa de T.H.C (principio activo) varía entre un 4 y un 35%.
Si, el alcohol es una sroga sedativa. Una persona que bebe regularmente una fuerte dosis de alcohol se vuelve alcoholica al cabo de unos años. El alcohol tiene la particularidad de potenciar los efectos de todas las demás drogas. Una persona que toma alcohol junto con una o varias drogas se vuelve rápidamente toxicómana.
Una persona toxicómana es aquella que toma droga para solucionar los problemas generados por la misma. La persona cree que puede dejar de consumir droga cuando quiere, mientras que es incapaz de hacerlo, a pesar de las consecuencias causadas por su consumo… Si le falta el producto, la persona toxicómana solo piensa en conseguirlo, por más que tenga que cometer actos que no aprueba, la necesidad es tan fuerte que toda referencia a la voluntad, al esfuerzo, al amor, la moral tiende a desaparecer y desaparece. La mentira, la violencia, la agresividad, el sufrimiento moral y físico, la auto-mutilación, el miedo se vuelven elementos cotidianos. Al perder la autoestima por culpa de los actos nefastos que comete, a la persona toxicómana solo queda la soledad y las ganas de suicidarse.