Somos una asociación de madres convencidas que de una verdadera prevención permitirá erradicar la plaga de la droga. Nuestro objetivo es enseñar a nuestros hijos a rechazar sin distinción cualquier tipo de sustancia susceptible de perjudicar su salud física o mental. Nuestra acción está únicamente motivada por el amor que les tenemos a nuestros hijos y a los hijos ajenos.
Somos capaces de decir la verdad sobre las drogas psicotrópicas porque no tenemos ningún interés político o financiero, no vivimos de los tratamientos, ni del seguimiento de los toxicómanos. Hemos querido comprender qué es la droga para que nuestros hijos crezcan libres y felices.
Al igual que la mayoría de los padres, pensábamos estar bien informadas sobre los productos que están permanentemente puestos al alcance de nuestros hijos adolescentes y jóvenes adultos. Algunas de nosotras, enfrentadas al problema, han comprendido que estaban más que nada muy mal informadas.
¿Quién sabe, por ejemplo, que el cannabis permanece durante un mínimo de 28 días almacenado en las grasas del organismo?
¿Sabía que la mezcla alcohol / cannabis provaca un subidón y puede ocasionar un coma etílico?
Hemos considerado la urgencia y la importancia de formarnos. Conocer bien la droga es la única manera de poder responder eficazmente a las preguntas pertinentes de nuestros hijos. Hoy en día, hemos elaborado eficaces herramientas de prevención.
Nosotros, los padres, somos los mejores especialistas de nuestros hijos, tenemos el deber de enseñarles a rechazar la droga.
Nuestra acción se complementa con la de un gobierno responsable que tiene el deber de garantizar las condiciones necesarias para proteger a los jóvenes, tal y como nuestro país se comprometió a hacerlo mediante la firma de la Convención Internacional de los Derechos del Niño.
La droga?
No se contrae: ¡Hay que rechazarla!
No es una enfermedad: ¡Es cuestión de voluntad!
No se cura: ¡Se deja!
Todo tipo de droga psicotrópica, ya sea legal o ilegal (ansiolíticos, tranquilizantes, benzodiacepinas, neurolépticos) o ilegal (drogas de la calle) conducen al malestar, a la depresión y al suicidio. Más información.
La droga no es una enfermedad. Dejar de consumirla es la mejor manera de salirse de la droga. .
Los heroinómanos que han logrado dejarla reconocen que la abstinencia total es la única vía posible. Ellos mismos afirman que es más difícil dejar el Subutex (droga de sustitución) que la heroína…
Ningún padre le prestaría su coche al hijo que no haya aprendido a conducir. De la misma manera, sería inconsciente dejar salir a un hijo adolescente sin haberle enseñado lo que es la droga. Hoy en día, la disponibilidad de las sustancias es tal se puede conseguir droga en todos los sitios frecuentados por los jóvenes (institutos, fiestas, cenas de clase, rallyes, clubs deportivos…). Los padres deben formarse objetiva y científicamente para poder educar a sus hijos sobre los peligros de la droga y brindarles argumentos para rechazarlas. No olvidemos que nadie está a salvo de la toxicomanía.
La mayoría de las drogas permanecen el cuerpo durante años, almacenados en los tejidos grasos.
Durante un esfuerzo o estimulo físico, una caminata, una sesión de deporte, una sensación de miedo, de sorpresa, de excitación, se quema un poco de grasa y pequeñas cantidades de droga son reactivadas en la circulación sanguínea.